El alma es una mariposa…
Hay momentos en que una voz nos dice:
“Ha llegado el momento de una
metamorfosis importante”.
Rubén Alves
Sabré que estás mirándome con cada uno de tus rasgos ansiosos,
ceñido a un impulso y fuera de estas letras…
Aún estoy cociendo un collar incontable de esmeraldas y de
nubes como una extensa palabra en medio de un imparable corazón.
Trozos de corazón en mis blancas manos, trozos blandos como
tela rota en pequeños sueños van gritando: “Recoge los restos que ya es la hora”.
Entonces como una vértebra elevada vengo a verte mi lienzo
oscuro, porque mi cuerpo se humedece de memoria, mi cuerpo parcela de flores y
mariposas está huyendo de su refugio oculto.
Mi demora en llegar es tiempo ofrecido a la madurez de mi núcleo,
horas tras hora mis pies han escrito el camino y han caminado lejos… muy lejos
de Dios y otras veces él caminó conmigo en alguna estación del año cuando el
viento lloroso agitó sus alas a mi alma.
Quizás nunca sepas como se mastican las heridas, porque mi
vida está hecha del más hermoso silencio- ese espacio donde yo callaba y la
sangre dulce mana del amor- pero aún así este es tu Reino.
Y tú esperas...
¿Qué consigna de otra vida se apaga como fuego en tu
estancia,
qué postales de recuerdos pasados y sales de lágrimas,
qué alegría convulsiva, qué extinto suspiro,
qué flor más sensible besó el contorno de tus labios,
que ilusión de tonos agrisados vive en tu lluvia de
aplausos?
¡Oh mi bella Sombría!
Sombra estrecha como un hilo delgado que suelta su perfume a
través de la negrura, tu casa no ha cambiado nada.
Sigues inundándola de imágenes impresas en fantasía, custodias
el enigma que sostiene tus ruinas; nadie puede quebrantar tu dogma calmo de
ángel y mármol
ni aturdir tu misterio con el flagelo de la melancolía.
“Nunca será tan oscuro, ningún oscuro rincón.”
Deniz Nuñez Rodriguez- Pintor Cubano