La expresión que teje un misterio maravilloso hace trascender la estructura del pensamiento y traza un dibujo bellísimo a quien mira con otros ojos.

No sigo las líneas perfectas… sólo persigo palabras que me permitan vivir en ellas.

martes, 18 de noviembre de 2014

Las Hendiduras del Silencio

Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fuego de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche,
déjate caer y doler, mi vida.

Alejandra Pizarnik



“Por tu espalda resbala la gota estrecha que seduce mi calma,
dulcísima tu mirada ocasiona el ímpetu del fuego
 donde en descuido pierdo la razón.”


Fotografía- Marta Syrko

Estoy ebria de tanta oscuridad…
Todo menciona tu nombre duplicado de silencio a silencio
por una existencia finita que nace en mi amor
y viaja hacia lo eterno.

¡Tú, mi vida!
Mi pájaro peregrino en un cielo de cien alas
que has logrado establecerte en mi alma,
sometes todo el ocaso y soy apenas resplandor de albas adheridas
amándote…- con mi palabra más liviana-.

Vida, mi vida, escucho el sonido de tu susurro ahogarse en mi oído
como un relámpago elemental y sofocado,
escucho sellar las ranuras del silencio y tu pacifico llanto
florecer  mi rebelión de hiedra absoluta.

¡Vida, mi vida!
Cada gesto de tu cuerpo es fuego doblegado,
es la carne abierta, la piedra verde más desnuda de la noche,
que acrisola tu caída doliente.



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Las Hendiduras del Silencio por Cristina se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
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