Me has enseñado a
respirar…
Juan Gelman
Si el ocaso no cambia la gloriosa mirada
de tus ojos sombríos inmóviles en la agonía
de la luz que muere. Si no daña mi corazón
el enigmático manjar de tus volcánicas rocas.
Si nadie advierte nuestra llegada. Si en nuestra alma se
extingue
todo fulgor en el recuerdo que disminuya los contornos
de este amor que nos eleva más allá de la noche y su
tersura,
sobrarán las palabras, cariño mío. Entonces condúceme hacia
la infinita
muralla de tus brazos que llevo la divina hermosura del
lirio
y sus seis pétalos blancos mientras la lluvia lacera mi piel
como un látigo.
El éxodo del ocaso por Cristina se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Basada en una obra en http://sombriabelleza.blogspot.com.uy/2015/09/el-exodo-del-ocaso.html.